En el proyecto en que participé de la creación de una librería de software, pasamos de ser cuatro integrantes a ocho durante el transcurso del proyecto. Como project manager era mi obligación darle la introducción a los nuevos miembros del equipo, y realmente más que una obligación era un gusto.
Me tomaba un buen tiempo hacer esta introducción, ya que empezaba describiéndoles la historia del proyecto, su origen, a qué necesidad comercial respondía, el objetivo, les comentaba sobre los 'stakeholders' o interesados del proyecto, los entregables, la organización y finalmente hacía una reunión con todo el equipo donde lo presentaba y cada miembro le contaba sus responsabilidades para que sepa bien que hacía cada uno. Finalmente le explicaba cuáles eran sus responsabilidades y que rol tenía que cumplir en el proyecto.
Obviamente les aclaraba que era imposible retener tanta información, ya que en el proyecto había participado mucha gente, hubo un cambio de dirección en Estados Unidos y con eso cambiaron los objetivos. Era solo para que la persona tenga un pantallazo general y que en los primeros días mientras se le explicaban las tareas a realizar, se sintiese más identificado con el objetivo.
Recalco la importancia de tomarse el tiempo para introducir a una persona en un proyecto, ya que va a ayudar a sacarle todo el nerviosismo y la incertidumbre que pueda llegar a tener, ya que puede ser su primer día en la empresa. Recuerdo que en mis primeros días de trabajo me dejaron muy colgado y no estuvo para nada bueno. Como me sentí muy incomodo, aprendí de un contraejemplo la importancia de una buena presentación al proyecto.
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