Estos son recuerdos de cuando estaba en el proyecto construyendo el producto de "License Compliance/Software Asset Managemet". Mis roles eran: verificación de calidad, documentación, y por mi buen nivel de inglés, proveía soporte a beta partners en las reiteradas versiones beta que se lanzaron del producto.
Como se pueden imaginar, los pedidos de nuevas funcionalidades que hacían estos usuarios eran insólitos y en esa fase del proyecto, al líder en Estados Unidos lo habían echado porque no veían avances en el producto y por otras razones más políticas. Entonces el líder de proyecto terminó siendo el Sponsor del proyecto, el dueño de la compañía. Esta persona era un genio comercial, podía venderle cúbitos de hielo a esquimales, pero no podía dirigir un proyecto de software. No tenía las habilidades ni los conocimientos necesarios para esto.
Como era una persona del área comercial, no le podía decir no a un cliente. Recuerdo que dos veces por mes se realizaban demostraciones del producto por WebEx (Un producto para realizar conferencias online, como el GoToMeeting). Yo lo ayudaba en estas conferencias porque era la persona que más sabia del producto, ya que formaba parte del equipo de calidad y había escrito toda la documentación. El conocía bien el negocio, para que servía el producto, que utilidad se le podía dar dentro de la empresa. Realmente hacíamos un buen equipo.
En cada demostración, surgían docenas de cambios, cosas que le gustarían a los clientes, y yo tenía que luego subirlas a la herramienta de seguimiento de errores (Bug tracker, usamos Test Track Pro en ese proyecto) como 'Enhancements' o 'New features'.
Además de que el programa terminó siendo bastante inconsistente, era inmanejable la cantidad de sugerencias. Gracias a dios, el líder local pudo negociar para dejar esas nuevas funcionalidades para subsecuentes versiones (Las cuales fueron planeadas y solo una fue lanzada), y cerrar el producto. Por suerte tuvo éxito y lo lanzamos con las funcionalidades inicialmente pedidas y pocas sugerencias. Lamentablemente, el producto no tuvo el éxito comercial deseado, pero eso escapa a este tema.
Realmente fue muy interesante participar en este proyecto, en las pruebas betas especialmente, porque aprendí mucho de cómo piensa un usuario. Pero lo más importante es la sensación que me quedó y la importancia de un buen proceso control de cambios para llevar adelante este tipo de proyectos, sino, como dice el título, no se llega a buen puerto!
Como se pueden imaginar, los pedidos de nuevas funcionalidades que hacían estos usuarios eran insólitos y en esa fase del proyecto, al líder en Estados Unidos lo habían echado porque no veían avances en el producto y por otras razones más políticas. Entonces el líder de proyecto terminó siendo el Sponsor del proyecto, el dueño de la compañía. Esta persona era un genio comercial, podía venderle cúbitos de hielo a esquimales, pero no podía dirigir un proyecto de software. No tenía las habilidades ni los conocimientos necesarios para esto.
Como era una persona del área comercial, no le podía decir no a un cliente. Recuerdo que dos veces por mes se realizaban demostraciones del producto por WebEx (Un producto para realizar conferencias online, como el GoToMeeting). Yo lo ayudaba en estas conferencias porque era la persona que más sabia del producto, ya que formaba parte del equipo de calidad y había escrito toda la documentación. El conocía bien el negocio, para que servía el producto, que utilidad se le podía dar dentro de la empresa. Realmente hacíamos un buen equipo.
En cada demostración, surgían docenas de cambios, cosas que le gustarían a los clientes, y yo tenía que luego subirlas a la herramienta de seguimiento de errores (Bug tracker, usamos Test Track Pro en ese proyecto) como 'Enhancements' o 'New features'.
Además de que el programa terminó siendo bastante inconsistente, era inmanejable la cantidad de sugerencias. Gracias a dios, el líder local pudo negociar para dejar esas nuevas funcionalidades para subsecuentes versiones (Las cuales fueron planeadas y solo una fue lanzada), y cerrar el producto. Por suerte tuvo éxito y lo lanzamos con las funcionalidades inicialmente pedidas y pocas sugerencias. Lamentablemente, el producto no tuvo el éxito comercial deseado, pero eso escapa a este tema.
Realmente fue muy interesante participar en este proyecto, en las pruebas betas especialmente, porque aprendí mucho de cómo piensa un usuario. Pero lo más importante es la sensación que me quedó y la importancia de un buen proceso control de cambios para llevar adelante este tipo de proyectos, sino, como dice el título, no se llega a buen puerto!
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