Les dejo una perlita que me lleve hoy de la última clase de comportamiento organizacional de la maestría que estoy cursando. Esto es la métrica de ética del profesor, que se basa en poder contarle sin reparos a sus hijos con orgullo y tranquilidad que todas las decisiones que tomo en su vida laboral fueron las correctas, sin sentirse avergonzado ni con necesidad de ocultar algo.
Tiene todo el sentido del mundo.
¡A implementarlo!