Hace
unos días, un pedido de un cliente me desconcertó. Estamos por lanzar un sitio
web en vivo de su negocio, un servicio pago de encuestas para medir el capital
intangible dentro de una empresa. Esta gente está haciendo una gran inversión en
el sitio, y me pidió, que de alguna forma, subamos de forma oculta, una imagen
de la virgen de San Nicolás para traer buena fortuna a este emprendimiento.
Realmente no sabía cómo reaccionar. No soy religioso, pero respeto a la gente
devota como mi cliente, así que accedí al pedido sin lugar a dudas.
Nunca
me había pasado algo así, realmente me pareció interesante contarlo. Los dejo
sacar sus propias conclusiones. Para cerrar el articulo les dejo una frase muy
conocida que menciono mi cliente en ese momento: “Las brujas no existen, pero
que las hay, las hay”.